Es lindo sentirse bien, pero bien de verdad. Antes mi felicidad era momentánea, y ahora es impresionante el como me siento increíblemente bien la mayoría del tiempo. Si bien hay momentos en los cuales me siento frustrada es por el liceo o mis amistades, a veces las decisiones de otros me ponen mal. Por ejemplo, una amiga que aprecio demasiado está pasando por una relación de lo más tóxica, y por más que le de y le de consejos no quiere abrir los ojos. Eso me pone mal, e intento ayudarla lo más posible, aunque en ocasiones soy muy dura. Dice que no le duele que sea así, pero lo veo en su mirada, incómoda, apartada. ¿Es normal que me sienta mal por ser feliz y los demás no?
Llevo días pensándolo, y realmente me da algo de tristeza hablar de mis intentos de suicidio, los cuales y sinceramente, no sé cuantos fueron. Siento que en ese tiempo había caído tan bajo, pero tan tan bajo que sentía... ¿qué sentía? nada. Caí tan bajo que no sentía nada. -lamento si no tengo congruencia, pero es debido a que estuve tanto tiempo guardándome cosas que luego al intentar expresarlas, simplemente exploto en el computador y sale cualquier cosa. De hecho, cuando me preguntan como estuvo mi día doy un pequeñiñisimo resumen porque a las demás cosas que me afectan no les doy importancia- y ahora que estoy feliz, es raro, exótico, increíble. Se siente realmente bien sonreír.
El pensar y el que me dijeran en qué cosas me iba a perder me ayudó bastante, cosa que no me daba cuenta hasta que REALMENTE me puse a reflexionar en el como estaba. Cuando me decían eso, estaba tan deprimida que no me veía un futuro más allá de un ataúd. Era impresionante el como quería morir, sentía que nadie me quería. Ahora, me siento querida, AGRADECIDA. Agradecida de todo, de todos. De tener casa, gatos preciosos, un novio que me quiere, quiere, quiere muchísimo. De tener a una mamá que está presente y se preocupa por mí. A veces comete errores, pero una vez me dijeron que a los papás se les perdona todo... y es verdad. Y la amo mucho. Hermanas que a pesar de su carácter me protegen mucho. Amigos que cada vez que no me ven por un tiempo se preocupan, me llaman, me preguntan que me sucede. Agradecida de la gente que se fue y me hizo bien su ida, al igual que las personas que quería, se fueron y ya no volverán. De mi papá, que a pesar de sus malos comentarios y su ideal cuadrado, se moriría si me pasara algo. Una de las personas que quiero mucho y aprecio me dijo que cuando aprendiera a amar todo y a apreciar me iba a dar cuenta de muchas cosas y resultó ser cierto.
A pesar de que aun tengo depresión y tomo pastillas, rio. Sé que es debido a las pastillas, pero realmente no sé. Soy feliz. Lo repito mucho, pero realmente lo soy. El comenzar a pensar de manera optimista me hizo bien, ya que cuando lo hacía negativamente solo me tiraba malas vibras a mi misma. No era mi mamá, no era mi papá, no fueron mis amistades. No fue mi infancia, FUI YO. Yo me hice todo el daño porque se me dio la posibilidad, porque a pesar de lo mucho que me hacía bien, yo me lo hice. Nadie nunca me puso una pistola en la cabeza, todas las decisiones las tomé yo, todo por no saber bien qué elegir, como resolver mis problemas.
Yo tuve la posibilidad de hablar, de pedir ayuda, de no intentar suicidarme, DE HABLAR más que nada. Si tan solo hubiera hablado... pero ya no importa. Ya pasó todo, ahora estoy estable.
Sé que volveré a estar mal, volveré a recaer porque sigue afectándome cada cosa que me dicen, pero recordaré siempre que tengo la posibilidad de hablar, de pedir ayuda... no me gustaría volver a estar deprimida.
Creo que aquí lo único que debo aprender es tomar bien las decisiones. Si tengo la posibilidad de cortarme o hablar, es fácil lo que decidiré aunque me cueste, aunque no me guste hablar de como estoy, intentar contar hasta el más mínimo detalle aunque sienta que no importan, porque si he aprendido algo es que todo importa. Todo. Me hubiera gustado haber sido feliz desde antes, no me habría perdido tantas cosas. Pero soy joven, aun no cumplo los 18 y eso significa que aun puedo hacer muchas cosas, aun puedo beber ilegalmente, salir a fiestas, pelear, tener más amigos... aun puedo. Aun no he perdido mi vida, aun sigo viva y lo agradezco.
Aun puedo disfrutar de pintar cuadros, el olor a la pintura acrílica, el de libro nuevo, tierra mojada, de tener gatitos lindos lindos porque amo a los gatos, de comer, de dormir mucho, de reir, de jugar, de caminar, de correr, de escuchar, de infinitas cosas, ¿por qué? porque estoy viva, sana.
Me gusta todo. Las plantas, la brisa chocando con mi cara, la sonrisa de las personas, la sorpresa de la gente cuando le doy regalos hechos a mano, de la inocencia de mi sobrino pequeño, el arte, la música, me gusta despertar y ver a mi novio a mi lado, abrazándome, dormido. Me dan ganas de llorar de la felicidad que siento ahora mismo.
Gracias por tomarse el tiempo de leer. Sé que la gente que me lee en sí tiene problemas, y espero que puedan salir adelante, de sacar fuerzas de donde no las haya. Todo es temporal, todo pasa. Aunque ahora sientas que vas a matarte, mañana quizá ames todo. La vida da muchas vueltas, a veces se aprieta mucho, a veces se estira tanto que pareciera que ya llegará a su fin... pero es infinita. El universo es infinito, las energías lo son. Por muy sola o solo que te sientas ahora, que no le importes a nadie, en verdad créeme que en serio hay gente que se toma el tiempo de escuchar a los demás, de aconsejar, de secar lágrimas. Solo hay que abrirse y aprender con quien hacerlo. No toda la gente es mala, es difícil aprenderlo cuando te han hecho mucho daño, pero hay muchas personas con buenas intenciones de ayudar. El suicidio, la autolesion, el dejar de comer, el vomitar, no son la única opción. La única solución a todo es hablar con cualquier persona... si no puede ser con tus padres, puede ser con tíos, amigos, vecinos, en serio que hay gente que te quiere. Suena surrealista, pero si te llegara a pasar algo en verdad hay gente que la sufriría, solo que no te das cuenta.