martes, 19 de diciembre de 2023

tengo un vacío en mi corazón

 una vez más tengo ganas de rajarme los brazos, siento que esa es la única forma de poder descargar todo mi dolor y sentirme REALMENTE aliviada. estas ganas de llorar que se acumulan en mis ojos, el dolor de estómago, la nariz un poco congestionada, mis pensamientos. prefiero matarme antes de tener que seguir escuchándome. tenía unas quetiapinas guardadas y decidí tomarme una cada noche que me sienta así porque es mi alternativa de escape por si deseo matarme... ojalá mi psiquiatra me haya escuchado. estoy trabajando y cuando me paguen me voy a conseguir un psicologo barato. odio mi vida, no puedo seguir así, me quiero morir

domingo, 17 de diciembre de 2023

tengo ganas de morir

si les soy honesta no siento nada más que vacío, desolación, dolor en mi corazón inconsolable porque nadie me entiende, nadie puede ayudarme

solo quiero dejar de sentir, desaparecer cada que me siento mal. en general me puedo sentir contenta de estar con quienes amo pero me derrumbo muy fácil todo me hace sentir mal y me dan ganas de tomar un cuchillo y cortame las venas hasta desangrar


no puedo con mi mente y mis pensamientos

tenia quetiapina guardada por ahi y me tome dos porque no puedo conmigo misma. no puedo, no puedo, no puedo. unos instantes mas y me mato porque no puedo seguir siendo quien soy

me gustaria ir a terapia real porque mi psiquiatra solo me empastilla y no me ayuda. necesito un psicologo porque en el fono de mi corazon quiero seguir viva pero no tengo herramientas para salir de esto

a veces pienso que soy yo la que no me deja ser feliz pero aunque lo intento siempre llego a la misma conclusión, a la misma situación: yo llorando, hiperventilada porque no puedo conmigo misma, porque me dan ganas de sacarme la piel con las manos porque no estoy comoda con mi cuerpo y NO QUIERO SER QUIEN SOY habiendo tanta gente en el mundo yo tuve que ser la que se sintiera así. mejor no hubiera nacido, ojalá mi vida se hubiera acabado las veces que intenté hacerlo pero sentí que habían esperanzas de mejora. este blog lo abrí a los 13 y 6 años despues sigo igual o peor. nunca mejoré realmente aunque me convencí de que sí

no tengo nada que perder si me muero pero no quiero que mis papás y hermanas quieran morir gracias a mi suicidio. eso me detiene. si no fuera por eso, me moriría ahora mismo cuando me tomé la primera quetiapina y tuve el impulso de tomarmelas todas

no me importa morir

quiero morir

ojalá muera esta noche mientras duermo porque no soy capaz de seguir con mi vida. actuo como si todo estuviera bien, como si fuera linda y flaca pero esa no es la verdad cuando salgo a la calle y veo como todas son como quiero ser

eso es todo. me duele la cabeza y tengo los ojos hinchados de tanto llorar porque queria desahogarme con alguien y como no puedo hacerlo con nadie vine aquí en un intento de aliviar mi corazón y poner en palabras lo que pasa por mi cabeza.

perdon si esta entrada no tiene sentido porque vomité todo lo que se cruzaba por mi cabeza aquí. esta es mi verdad y no tengo esperanzas en mi misma


https://www.youtube.com/watch?v=XfMBdq5iFnw

miércoles, 13 de diciembre de 2023

crecer siendo la niña fea

Desde que vi un tiktok que hablaba sobre crecer siendo la niña fea te cambia para siempre, me di cuenta de que a muchas personas también les pasó y contaban sus historias pero todas tenían algo en común: cambiaron y se volvieron lindas, agregando también que a pesar de que se llenaban de halagos luego de su cambio no los podían aceptar porque se quedaron con la mentalidad de ser feas.

Bueno, eso también me pasa a mí. Siempre fui una niña fea, fea, fea. Me daba vergüenza ir peinada al colegio porque me sentía aún más horrenda, así que me corté el pelo lo suficientemente corto para que no me hicieran peinados porque para rematar usaba lentes. Bueno, en ese entonces (2016) tenía unos 11-12 años y ahora tengo 19 pero sigue sin cambiar aquella mentalidad, tal y como les pasó a las chicas en sus testimonios. Pero mi historia tiene algo diferente: yo sigo siendo fea, a pesar de los halagos y de las palabras ajenas que me contradicen, nada cambia para mí. Lo peor es que me da rabia que chicas lindas digan que se sienten feas porque siento que no tienen el derecho de decirlo porque tienen una belleza pura y hegemónica mientras que yo estoy a un costado siendo realmente fea, solo yo tengo el derecho de decirlo porque realmente vivo esta situación.

Principalmente es mi cara la que es tremendamente espantosa. Hubo un tiempo y en el fondo sigue siendo así donde no me importaba ser fea facialmente si al menos podía ser flaca y a pesar de todo el peso perdido, sigo manteniéndome ilegible por parte de las demás personas, y sobre todo, hombres. Conozco mejor que nadie que mi valor como mujer y ser humano no se rige por la opinión que tenga sobre mí algún varón pero me es imposible no querer sus aprobaciones, incluso si no me gusta realmente aquel chico. En un intento de sentirme más bonita me quité los lentes por aproximadamente dos meses con la excusa de que en realidad el marco era lo que no me gustaba, pero mi verdad era que con cualquier tipo de lente me sentía mal conmigo misma y en efecto, si logré elevar un poco más mi autoestima sin ellos. Por esta razón mi mamá me llevó al oftalmólogo para tener un chequeo de mi astigmatismo y además poder cambiar mis lentes porque tengo muy baja visión sin ellos e igual es perjudicante para mí porque veía borroso e incluso los colores eran diferentes a como lo eran con lentes. Para hacerlo más rápido, al momento de que me hicieran la prueba donde debía decir las letras con un ojo tapado para que con el otro pudiera nombrar las letras de mayor a menor, me di cuenta con mayor magnitud que no veía nada desde el ojo izquierdo, para ser más específica, veía tan borroso que ni siquiera podía adivinar que letra había en la proyección. Mi oftalmólogo me advirtió que como no usaba los lentes había provocado que forzara el ojo con el que veo mejor y produjo que el contrario redujera mi visión, si seguía así me afectaría de por vida al punto de ni siquiera poder sacar la licencia de conducir. Me resigné, debo usar lentes sí o sí, por lo cual fui a una calle llena de locales con marcos ópticos para tener variedad a elección y solo hubo uno con el que estaba convencida de que después de todo, podría sentirme bonita. Ya, los pagué y me fui relativamente contenta porque pensaba que por fin podría usar lentes sin sentirme fea pero con el pasar del tiempo y de los días me empecé a sentir mal nuevamente, angustiada, con ansiedad porque no puedo aceptar mi cara con lentes, no puedo meterme en la cabeza que también puedo ser linda con lentes. Esto es algo que me afecta un montón porque como relaté con anterioridad mi cara es horrible pero lo compensaba un poco al no usar lentes. No quiero salir a la calle ni mirarme al espejo y dentro de todo, lo único que se me ocurre es bajar más de peso porque quizás mi cara adelgace y con suerte, me veré mejor. A todo esto, subí 150gr aunque se me hace extraño que haya subido una cifra impar porque mi pesa no suele mostrar los dígitos de esa forma, y creo que ese era mi peso del día de ayer solo que no lo recordaba exactamente. Mañana, de nuevo, actualizaré mi peso. En el costado derecho tengo una tabla con el peso que pierdo y el que quiero conseguir pero no recuerdo como modificarlo, lo intenté pero lo arruiné. Si existe la casualidad de que alguien siga usando blogger y lea esta entrada, le pido por favor que me pueda decir como arreglarlo

Espero escribir pronto

martes, 12 de diciembre de 2023

53.4

 Hola, hace mucho que no escribía por acá.

Les pongo un pequeño contexto sobre las cosas relevantes que viví durante mi tca.

En enero del año pasado terminé con un novio equis y durante la relación siempre pensaba que si ya no estuviera con él, podría bajar de peso, siendo esta una de mis detonantes para la ruptura. Ese pensamiento se convirtió en realidad cuando mi mamá compró berlines y en mi mente dije "aquí empezaré" me lo comí igual pero al día siguiente estaba recompuesta: me subí a la báscula sin tanto temor puesto que me pesaba constantemente y no me importaba mucho el resultado puesto que disfrutaba mucho de la comida durante la cuarentena. 69,9 kilos marcaba, el mismo peso que tenía en marzo del 2020 (inicios de cuarentena). Actualizaré más seguido porque estos problemas que atormentan mi mente y realmente no me dejan vivir no se los puedo contar a nadie más principalmente porque no quiero usar a mis amigos como psicólogos y no quiero soluciones por el momento. Estoy más cómoda como estoy que si me recuperara aunque suene irónico.


Si les soy honesta, pensaba que el pensamiento intrusivo del no comer se me pasaría luego de un tiempo y no estaba muy convencida de bajar realmente de peso, pero sí pasó. Le advertí a mi mamá con antelación que me pondría a dieta para que ya no me ofreciera alimentos pesados, calóricos, masas, etc. Así lo hizo, y yo reproduje el típico pensamiento de "hacer dietas es solo comer ensaladas" cosa que sí funcionó porque en esos momentos mi convicción era al 100. Esto sucedió en febrero cuando faltaban 2-3 semanas para entrar al liceo que en esos momentos cursaba tercero medio y yo quería llegar despampanante con 65 kilos, aunque por supuesto, seguía estando obesa con mis 1.57cm. De todas formas nadie notó que bajé 4 kilos porque no es un gran número, mientras tanto, seguía cagándome de hambre lo más que pudiera con 300cls diarias, así como leen. No sé como sobrevivía ni tenía fuerzas para seguir haciendo mis actividades cotidianas, nunca me desmayé, pero si era común que cuando me levantaba de un asiento veía todo negro y perdía el equilibrio. Estuve en esta situación hasta abril, creo que ahí ya rondaba los 62kg. No había bajado mucho porque con las tentaciones alimenticias escolares guateba, pero lo importante es que seguía bajando de peso. Me cagaba de frío siempre, me ponía dos pantys, dos calcetas, dos poleras forradas de polar, un beatle cuello largo y una chaqueta. No había caso. Seguía tiritando, creo que jamás había pasado tanto frío en mi vida, incluso les preguntaba a mis amistades si no sentía este descomunal frío y me decían que no. Poco después me enfermé y debieron hacer exámenes de sangre y como resultado salía que tenía algo bajo que no recuerdo con exactitud su nombre pero lo pregunté a un amigo que estudiaba enfermería si sabía que era. Él me respondió que lo tenía bajo por falta de carbohidratos, que debía comer más pastas, pan, arroz, papas y yo me negué internamente porque a todo esto, yo REALMENTE sobrevivía a ensaladas y me negaba a todo lo demás. Cuando me encontraba en la soledad de mi habitación busqué el nombre de lo que me había salido bajo y en las razones salía diabetes, VIH... y el que más me impactó: trastornos alimenticios. 


Para entonces yo me negaba a tener uno porque yo no era flaca en lo absoluto, me faltaba mucho camino por recorrer. Al terminar abril pesaba 60kg y en mayo me costó UN MONTÓN que saliera un 5 en la báscula, no había caso que bajara a los 50 y algo porque al comer ensaladas sucedió lo obvio, entré al hambre extrema y me atragantaba con todo lo que pillaba para luego vomitarlos. Así fue en absoluto todo mayo y no sé como bajé a los 57 aprox al finalizar el mes. Al cambiar la estación en junio seguía igual con atracones (mirándolo en retrospectiva, no eran tales atracones, sino que comía como una persona normal o me mandaba un paquete de galletas y para mí era literalmente el fin del mundo, sentía que subía 3 kilos de una) y vomitaba unas 3 veces al día durante todo el mes.


Haré un apartado especial sobre lo que es vomitar y para nada es como lo pintan en exblogs proana-mia (si es que siguen existiendo y no me refiero a los desahogos de gente enferma como nosotros(as)). Vomitar, en resumidas cuentas, es doloroso si se trata de alimentos sólidos como pan, carne, fideos. Puede ser más pasable con helados, excluyo las bebidas porque siguen sintiéndose asquerosas. Creo que lo único que realmente no era tan repugnante era el chocolate. A lo que voy: te salpica agua del inodoro en la cara, inodoro que puede ser de tu casa, de tu amistad o ajeno como tiendas y malls, no sé cual es la peor y no puedes evitar querer expulsarlo de tu cuerpo una vez la comida ya haya entrado en tu sistema digestivo, así que no se hagan las moralistas diciendo que nunca lo harían o no lo han hecho. Si ese es el caso, son mentirosas. Además de todo esto, sientes que la comida jamás sale de tu cuerpo por el cual te esfuerzas al máximo al punto de que salga bilis de tu boca y orificios nasales que tienen un olor y sabor asqueroso y cuando entras a esto no hay vuelta atrás. Yo siempre dije que nunca vomitaría porque es repugnante pero el miedo a subir de peso le gana a cualquier otra cosa, te falla tus valores, morales, éticos. 

Tener un tca transforma tu vida y no existe la recuperación completa, que no les intenten mentir. Siempre piensas en lo que comes, las calorías, tu peso, el cambio de tu cuerpo y de las tallas. Siempre querrás recaer porque no hay nada más bonito y cómodo que ser flaca, que todo te quede bien, sin importar las consecuencias. Esto solo es válido para las anoréxicas porque para las bulímicas como yo se te cae el mundo y piensas que nunca saldrás de esto. Como dije antes, estaba tan en la miseria vomitando día tras día las veces que requerían ser necesarias que tenía heridas en el esófago y me ardía un montón a la hora de expulsar cualquier cosa, pero nada de eso importaba porque en el fondo de mi ser solo existía un sentimiento:

EL MIEDO de subir de peso, MIEDO de saber que por mi hambre extrema no podía evitar comer por mucho que no quisiera mi voluntad salía de mí y comía, comía, comía. Ese sentimiento de irse a dormir sabiendo que no podrías evitar comer al día siguiente cuando tu mayor miedo es subir de peso y tirar a la basura todo lo logrado era aterrador. Por aquí ya estaba en 53.1 o 52.1 no recuerdo muy bien. Me sentía desolada, desconsolada, incomprendida, no se lo podía contar a nadie porque no quería un force recovery porque al saberlo los demás estarían más alerta por si recaía. Ligado a esto me encontraba en un dilema: mi vida o el secreto que logré mantener por tantos meses. Tenía planeado suicidarme debido al miedo y el dolor que me provocaba saber que comería sin quererlo y engordaría, estaba en mi punto más bajo de mi existencia y es algo que no se lo desearía ni a mi peor enemigo, porque además de comer lloraba por horas al punto de nisiquiera poder abrir los ojos y me quedaba dormida mientras lloraba. Obviamente, soñaba que comía, que subía de peso y mi pesadilla más recurrente era que comía pan y despertaba asustada porque no sabía diferenciar entre la realidad y el sueño. Siempre quería pesarme, estaba desesperada por las noches deseando que fuera la mañana para saber cuanto había bajado.

No solo perdí mi completa estabilidad emocional, sino que perdí amigos por mi miedo a que los planes sean comer y yo subiría de peso. Perdí a mi más grande amiga, de esas amigas que piensas que son inseparables y no se imaginan la vida sin la otra. Esa que, no importa cuantas personas conozcan posterior a su separación, nadie será como ella, irremplazable definitivamente. Gracias al cielo nos reconciliamos hace no mucho, le expliqué mi penosa situación y todo sigue como antes, algo que me alegra como nunca. Siento que recuperé una parte de mí.

Lo demás, ya es algo saltable dentro de mi vida. Tuve novio y subí a los 60kg por el amor que sentía por él pero en el fondo de mi cabeza seguía ese bichito diciéndome que no comiera, pero su compañía me ayudaba a dispersarlo todo. Entré a una carrera universitaria donde conocí a amistades únicas que me enseñaron un montón de cosas, maduré y crecí mucho mentalmente gracias a ellos(as) estoy complacida de haber coincidido en esta vida con aquellas personas, además de que tuve profesores excelentes que cambiaron la perspectiva de mundo que tengo desde el ámbito educativo (estaba estudiando una pedagogía) y la universidad se adaptaba a mis gustos. Hasta la semana pasada me di cuenta de que esta pedagogía no era lo mío y quiero cambiarme a otra, en otra universidad. Esto si que detonó todos mis pensamientos suicidas: quería matarme, ir a la cocina, tomar el cuchillo carnicero y cortarme la garganta y los brazos por la decepción de mis padres y la mía, por todo lo que perdí, el sacrificio de mis padres, el mío, el dinero gastado. Sigo llorando por esta situación como se lo imaginan porque es un proceso realmente difícil. Soy chilena y en enero son las admisiones para la universidad y postularé a la que quiero con la carrera que anhelo con mi puntaje de este año, espero quedar, y si no es así, trabajaré full time para juntar dinero porque lo necesitaré. Al usar la gratuidad que cubre toda una carrera universitaria de forma que no debas pagar nada, gasté uno de esos años y como consecuencia, el último año de mi carrera deberé cinco millones de pesos chilenos. No tengo de donde sacarlos y deberé trabajar todo este tiempo.


A lo que iba con mi tca: pasaron muchas situaciones con mi novio y terminé con él porque me aburrieron sus actitudes y no lo soportaba. Esto sucedió en noviembre y desde ese día todo se desató dentro de mí: recaí y llegué a los 52.1 en un mes cuando al principio estaba en 57kg, pero por el fin de semestre y porque me voy de la carrera y de la universidad hicimos un pequeño carrete donde tomé dos micheladas. Al día siguiente fue el cumpleaños de mi hermana y volvía a tomar dos micheladas. El domingo me pesé y estaba en 54.4 CASI ME MATÉ no lo podía creer, porque uno de los motivos que hizo que recayera fue que compré un vestido talla s para mi ceremonia de graduación que es el 21 de diciembre y yo, ilusa, pensaba que llegaría a los 50kg durante diciembre. Hoy desperté en 53.4 si no me equivoco, no lo recuerdo mucho. Desayuné leche proteica con una barrita proteica también. De almuerzo, zapallo italiano con carne molida y tutti frutti. No quería cenar pero lo hice igual, con miedo obviamente porque no puedo permitirme subir más de peso, solo bajarlo. Tomé más leche proteica con dos rebanadas de pan blanco, una palta pequeña y dos láminas de queso. Le rezo a jesucristo que por favor no haya subido de peso. Les comentaré como me fue mañana porque ahora tengo mucho remordimiento, no quiero darle demasiadas vueltas al tema porque como les dije tengo muchos pensamientos intrusivos que me hacen llorar y querer suicidarme, subir de peso sería un gran detonante en mi vida. De todas maneras, si subí fue básicamente decisión propia porque nadie me hizo comer a la fuerza.

Deséenme suerte. Ojalá haber bajado mínimo 100gr, todo cuenta... 

jueves, 20 de agosto de 2020

El deseo de sentir dolor

 Llevo un par de meses sintiéndome así: queriendo dolor. Sobretodo cuando me dan ataques de ansiedad. Al principio dejaba que se me quitaran solos pero quien ha sufrido de estos ataques sabe la incomodidad que genera el no poder controlarse. Entonces para no cortarme, decidí enterrar mis uñas en las palmas de mis manos. No funcionó, quería sentir más dolor, algo que fuera más fuerte y que opacara el incomodo ataque de ansiedad pero aun así no hice nada más allá. Empecé a fumar, quizá es porque no estoy acostumbrada pero me da ardor en el pecho. Aún así es dolor, por lo cual no necesito clavarme las uñas. El problema es que en un dia me fumo 5 cigarros. Soy asmática y me preocupa un poco hacerme daño, pero luego pienso, cual es la diferencia del daño que se puede ver como los cortes a los que no? y se me quita la preocupación por un rato. El único problema es que el cigarro es demasiado fuerte, el olor se pega a mi garganta y es difícil de sacar por lo cual no lo puedo ocultar muy bien. También he pensado en quemarme con la colilla del cigarro pero me controlo. No sé hasta cuando podré controlarme, me doy miedo porque no sé hasta donde voy a llegar... no me puedo apoyar en nadie, mi mejor amiga no me contesta los mensajes hace días así que no me queda de otra que recurrir a mi medida más desesperada: blogger.

Tampoco puedo decirle a mi psicólogo, casi no me llama y cuando lo hace es al celular de mi mamá. No puedo hablar en mi casa con el por miedo a que ella escuche (no la quiero preocupar) y también sigo con mi miedo de explicar mis problemas en voz alta. Todo esto se resolvería si tan solo pudiera hablar... 


lunes, 13 de julio de 2020

desahogo

hoy cuando desperté me di cuenta de que seguía viva. cuando mis sentidos también empezaron a adaptarse al mundo, entendí que mi mamá estaba hablando con mi papá. “Hablé con Lucía (nombre equis para mantener el anonimato) y le dije que le quitaría al Edson (su hijo). Él no puede estar viendo esas cosas”. En ese momento no entendí mucho, luego me enteré de que el novio de mi hermana nuevamente le pegó… fue tanto que una vecina llamó llorando a mi otra hermana porque mis papás no contestaban. Se escuchaban los gritos, los llantos, las cachetadas, los puñetazos. Todo eso lo vio mi sobrino, 8 años tiene. Estoy devastada, no sé como ayudarla porque ella tiene miedo y no se deja ayudar. Apenas me dijeron eso sentí como si me hubieran pegado a mí, me dio acidez, fue como una película. Me temblaba la mandíbula cuando hablaba :( llevo tiempo soñando que corro por el campo y no me canso. Ojalá pudiera salir a correr…

Y como si eso no fuera poco; el ex novio de mi hermana, padre de mi sobrino, la denunciará para quedarse con la custodia de él. Y si eso no fuera suficiente… me enteré de que mi papá tuvo otro hijo con otra mujer mucho antes de que yo naciera. Tengo mucha angustia, me gustaría no volver a despertar

jueves, 4 de junio de 2020

Sospechosa de covid-19 número 20

Bueno. Hoy fui al médico porque ya no daba más de ansiedad y me hicieron el test. Debo esperar de 24 a 48hrs, al principio si lloré un poco porque no quiero contagiar a nadie. Cuando llegué a casa también fue una tortura porque mis gatitas querían entrar a mi pieza y no las podía dejar entrar al ser posible activa de la enfermedad. Los nervios me tienen sin comer; solo me comí un yogurt y un jugo en todo el día para digerir las pastillas que me recetaron. No les voy a mentir, si disfruto del poco hambre que tengo, ojalá bajar aunque sean unos gramos. Ah, y el test es demasiado invasivo :( me metieron un cotonete enorme en la garganta y en los 2 orificios de la nariz. Tengo demasiado frio a pesar de estar con dos chalecos, dos calcetas, un pantalón y sábanas de polar. Espero que ustedes estén muchísimo mejor que yo.


martes, 2 de junio de 2020

Como el coronavirus afectó mi vida

Bueno... tengo algunos síntomas del covid-19. No he salido pero recientemente se le diagnosticó a mi cuñado y mi hermana ha venido recurrentemente a mi casa ya que estamos cerca, por lo cual me da miedo tenerlo. No tengo tos ni fiebre, pero si me cuesta un poco respirar, me duele la cabeza, garganta y a veces me arde el pecho. Me da miedo decir algo porque hasta entonces cuando le he dicho a mi madre solo se limita a minimizar la situación diciendo que es un simple resfriado, que es porque no me abrigo y hace frío, etc. Creo que simplemente esperaré a ver si sigo sintiendo falta de oxígeno antes de decir algo... igual, el paracetamol no me hace nada.

actualización; 65.90kg